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Este es un blog compartido por tres chicas; Camila, Mariana y yo, Ana.

Se trata de tres chicas, que conocerán a cuatro hombres, que les cambiarán la vida. Espero les guste!

jueves, 28 de julio de 2011

Capítulo 2


NARRADO POR CAMILA
Mismo día

(Suena mi despertador)
-Ya son las 7. Siento que las noches son cada vez más cortas. ¡Tengo mucho sueño!

Bajé para preparar el desayuno. O lo que yo llamo "desayuno": café; sólo un café.
Tengo que ir hasta la facultad para fijarme si logré entrar. Estoy muy nerviosa. Demasiado.
Vivo sola. No es lo que más me gusta, pero no tuve otra opcion. Londres es una ciudad muy grande. Vine hasta aquí para cumplir mi sueño. Quiero estudiar arqueología, pero en mi país, Argentina, todas las universidades están cerradas por problemas políticos. Ese es el motivo de mi soledad.
Mi apartamento es pequeño, pero muy cómodo. Es lo que mi familia pudo rentar, no me quejo.
Mi habitación es luminosa, con un gran ventanal. Tengo mucho desorden, no lo puedo negar. En el medio, una cama doble con dos o tres almohadones, una alfombra en el piso, una ropero alto a la izquierda de la puerta... Nada fuera de lo común.
Bajando una pequeña escalera se encuentra el comedor, de siete por nueve, aproximadamente. Una mesa llena de libros, cuatro sillas, cuadros coloridos, dos sillones y una gran lámpara lo componen. La cocina se encuentra al fondo, justo al lado del baño.
A veces me resulta muy grande para mi sola.

Ahora ya estoy saliendo a la calle. Un amigo mio me va a acompañar hasta la facultad, Nicolas. Bueno, en reallidad, no es un amigo; estoy esperando a que me diga que quiere que sea su novia.

-Hola, Cami. ¿Cómo te va?- me dijo.
-Bien, muy bien. ¿Y a vos?
-Bien... Escuchame. Hay algo que quiero decirte hace mucho pero no me animo...- Me retrucó con voz nerviosa.-No es fácil para mí...
-Nico...
-Si encontrara las palabras adecuadas, yo...
-¡Nico!
-Sabés, cuando te miro...
-¡NICOLAS!
-¡¿Qué pasa?!
- Se hace tarde... para las listas.
-Sí, ya sé. Pero dejame preguntarte sólo una cosa, por favor.- respondió ya un poco alterado.
- ¿Querés ser mi novio?

Y realmente lo sorprendí con esa pregunta. Me miró desconcertado, cómo a quien le arrebatan algo.
La respuesta es obvia. Nico estaba tan feliz que solo pudo darme un hermoso beso y empezar a caminar.
Ya el día empezada muy bien, e iba a mejorar.

Con cada paso me alteraba un poco más. Saber que me acercaba a la facultad me daba vueltas la cabeza. No era para menos. Después de haber estudiado tanto, de haber hecho tanto sacrificio... ¡DE HABER VIAJADO DESDE TAN LEJOS! La respuesta no podía ser "no", era imposible.

Cuando entramos, la presión me bajó un poco; no aguantaba más tanta tensión. Ya había dos chicas mirando las listas, justo lo que no quería. ¿La razón? digamos que a nadie le gusta llorar incontrolablemente delante de personas que no conoce; y, si no entraba, mi única reacción iba a ser esa.
Con toda la fé y la confianza me acerqué hasta el muro donde colgaban aquellos benditos papeles, ni bien las dos amigas se fueron por el pasillo.

- ¡¿Y?!- me preguntó mi novio.
Lo miré con ojos vidriosos, y casi como en un suspiro le contesté:
- Sí...


Esa noche Nicolas me llevó hasta un bar, cuyo nombre no recuerdo. Él realmente estaba muy feliz de la noticia, dado que, si yo no conseguía entrar, inmediatamente me volvía a Argentina.
- Vamos a ver a una banda muy buena, de seguro te va a encantar. - insistió.
Mis animos no eran los mejores, estaba muy cansada. El nerviosismo de la última semana había hecho estragos en mí. Sin embargo, acepté. En ese momento lo único que quería era estar con mi novio.




Continúa Mariana :)

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