Bienvenida
Este es un blog compartido por tres chicas; Camila, Mariana y yo, Ana.
Se trata de tres chicas, que conocerán a cuatro hombres, que les cambiarán la vida. Espero les guste!
jueves, 28 de julio de 2011
Capítulo 1.
NARRADO POR ANA:
La mañana del 22 de marzo.
Sentía cómo alguien me jalaba de los pies, lo ignoré. Siempre ignoraba cuando alguien me hacía algo mientras dormía, al final siempre se cansaba y se iba. Pero esta vez no, supuse que era mi hermano, Erick. Enojada ya, agarré una almohada y se la aventé, pero fue más listo él, que me la arrebató y con ella, empezó a pegarme en la espalda. Le di una patada, y cayó en el suelo. Me dio tanta risa verlo ahí.
- Ya está el desayuno, bájate.-me ordenaba Erick mientras intentaba pararse del suelo-.
Erick era cuatro años mayor que yo; estaba a punto de terminar la universidad, en medicina. Medicina siempre me había gustado a mí, hasta la edad de cinco años, cuando vi una película 'El cuerpo humano' que fue traumante para mí. Entonces fue a la edad de doce años cuando comencé a interesarme la pintura. En la misma escuela donde yo iba, por las tardes tenías que elegir una sección; guitarra, canto, pintura, teatro. O si no, también podías elegir alguna clase deportiva, como Fut, natación, basquet, etc. Yo elegí pintura, donde aprendí mucho de técnicas, y me dediqué a pintar y dibujar. Pero desde muy chica, fue cuando me inscribieron a piano. Tengo un amor por la música inmenso. Siempre soñé con tener una banda, y por suerte conocí a alguien con quien pude compartir el mismo sueño, mi mejor amiga; Mariana.
Aparte de ir en la misma escuela que yo, íbamos por la tarde a la misma academia de música. Ella en guitarra, y yo en piano. Ella me enseñó a tocar guitarra, y practicábamos en mi casa, o en la suya. Después cuando tuvimos edad, formamos nuestra propia banda, a la cual después se unió nuestra amiga Sally.
Bajé a desayunar todavía dormida. Ese día por la mañana tenía que ir a checar si en verdad quedé en la universidad. Para tener a alguien con quien llorar si no quedaba.
Después de desayunar, me metí a bañar, y para matar el aburrimiento, me puse a jugar con el Xbox de mi hermano. Podía usarlo ahora que había salido con sus amigos. Yo era una experta en el Hallo, y cuando podía, invitaba a mis amigas a jugar. Nos metíamos a la sala de cine con el Xbox, y nos poníamos a jugar. Se podía sentir casi casi cuando te disparaban.
Faltaba una hora y media para irnos, así que me pasé por la casa de Mariana. Ella estaba emocionada por ver las listas, pero a la vez nerviosa. Llevaba muy buena amistad con el portero de la casa, así que a diferencia de otros, yo pasaba cuando quería, sin entregar identificación ni nada. Toqué a la casa, e inmediatamente alguien me abrió.
- La señorita Eodriguez está en su habitación, ya baja.-me saludó la mucama-.
- Gracias
Después de esperar en la sala, bajó Mariana emocionada. Yo me levanté para saludarla, pero ella actuó antes, brincando hacia mí, y tirándome al piso.
- Estúpida.-reí-. tranquila, ya vamos a ir.
- Quiero quedar! Sabes que esto SÍ es importante para mí.
- Hey, para mí también.-le volteé a ver mal-.
Ella se levantó primero, y luego me ayudó.
- Ahora vamos, que ya van a poner las listas-.me tomó de la mano jalándome, y me llevó hasta la cochera-.
Nos subimos a su carro, un mini cooper amarillo, y nos fuimos directo a la universidad. Cuando llegamos, ella salió corriendo para ver las listas. Cuando llegó, se puso a revisar toda. Cada vez su cara de emoción iba bajando. Se quedó unos minutos viendo la hoja, y luego volteó a verme.
- No quedé-.se echó a llorar.- Tú sí quedaste.
- En serio?
- Sí.- Miré la lista, y era la del lugar 35. Una señora se acercó con un papel en mano, y colocó otra lista en el pizarrón. Entonces fue cuando Mariana se asomó para echarle un vistazo, quedando helada. Me volteó a ver con los ojos bien abiertos, y entonces sólo soltó dos palabras.-
- Sí quedé...-Fue ahí cuando me dio miedo, sabía lo que seguía. Se me iba a lanzar encima y me iba a dar su típico abrazo que te saca todo el aire. Y lo hizo. Por más que quisiera zafarse uno, no podía.
- Bueno, bueno, aléjate.
- Qué no estás feliz? Ni porque quedaste?
- No soy tan... emotiva como tú.
- Eso lo sé. Pero por lo menos una sonrisa.
- No.-la tomé de la mano, y nos dimos vuelta-. Vamos a celebrar por ti entonces.
- A dónde me llevas?
- Ya verás.
Nos subimos al carro, y esta vez yo manejé. Fuimos a mi casa. Le dejé el carro para que lo estacionara el portero, y entonces me quedé afuera de la puerta de mi casa.
- Al abrir esta puerta, te ruego, que por favor, no te vayas a desmayar
- Por qué? Qué pasa?.-me miraba extrañada-. Qué me ocultas Ana?
- Primero júralo.-me muró con una cara de ''no seas ridícula'', pero por mi insistencia, terminó haciéndolo.-
Fue cuando abrí las puertas poco a poco. Mariana de poco a poco iba observando todo, cuando por fin, su vista quedó mirando fijamente un punto. Una guitarra gibson sg doble se encontraba en medio de la casa. Quedó en shock unos minutos, para después voltearme a ver.
- Eso tú... para... mí?
- Sí.-reí, y le hice seña de que entrara a la casa. Rápidamente entró, y se fue directo hacia ella. La tomó en sus manos, y entonces se la colocó con la correa.
- La...la... la guitarra de Jimmy Page
- Así es.
- No lo puedo creer! Maldita! Gracias!.-estaba a punto de saltar hacia mí, cuando me hice hacia atrás, haciéndole seña de que se alejara. Ella entendió, pero le dio igual, saltó hacia mí-. Gracias, gracias, gracias, gracias, muchas gracias!!
- Es-está bien, pero suéltame!
- Ok, porque se arruina mi guitarra.
- Te la puedo romper, sabías?
- Te dejo de hablar.
Continuará con el capítulo de Camy...
Es el primero :B, sé que está algo aburrido, pero tenía que empezarla así xD, ya estará mejor el otro.
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